En una entrevista realizada recientemente por Alfred Lambremont Webre, de exopolitics.com, al fundador del Carnicom Institute, Clifford E Carnicom, el investigador de Santa Fe, Nuevo Méjico, hace un recorrido a lo largo de la última década de su vida dedicada a la documentación de partículas halladas en la atmósfera, y presenta las conclusiones más que sorprendentes a las que ha llegado tras un riguroso análisis de los datos recopilados.
A continuación expongo un “resumen” de la entrevista que podéis ver aquí.
Captura de la entrevista realizada por Alfred Webre (izquierda) a Clifford Carnicom (derecha). |
Presentación de Clifford E Carnicom
Clifford Carnicom se define a sí mismo como una persona muy conectada con la naturaleza además de poseer un un gran conocimiento en el área de las ciencias técnicas. Sus estudios superiores se centraron en Life Science y de ahí pasó al campo de la ingeniería donde se decantó por la Vigilancia y Fotogrametría. Durante 15 años, trabajó como geodésico para el Departamento de Defensa de los Estados Unidos en tres áreas distintas, centrándose en la geodesia gravimétrica, encargada de la modelización del campo gravitatorio de la Tierra. Durante los últimos 13 años, es consultor informático autónomo en el área de Santa Fe, Nuevo Méjico.
Inicios
Clifford señala el día 14 de febrero de 1999 como el primer día de su labor como investigador cuando sube a Internet una imagen de los cielos de Santa Fe con el objetivo de llamar la atención sobre algo inusual. Para él, se trata de una “obligación moral” el hecho de dar a conocer estos crímenes de aerosoles .
Labor de investigación
A partir de esa primera foto, Clifford ha ido desarrollando su trabajo en tres etapas sucesivas: toma de imágenes, toma de muestras y análisis objetivo de la información obtenida.
Toma de imágenes
Clifford continuó durante aproximadamente dos años tomando imágenes con el mejor equipo posible, documentando la transformación física de la atmósfera en Sta. Bay, (ciudad conocida por sus cielos despejados) llevada a cabo por aeronaves. Señala que fue a principios del año 1999 cuando se observó un aumento crítico en la “arrogancia y asalto a los ciudadanos” mediante la diseminación de aerosoles en hoja contínua (de una punta a otra de las alas) a una altura aproximada de 130 pies, cuando las aeronaves no contaban con motores en las alas.
Toma de muestras
Durante los años posteriores, Carnicom se centró en la recolección e identificación de partículas en la atmósfera. Saltaba a la vista que la visibilidad había disminuido considerablemente durante los últimos años, e incluso se había reducido el valor de visibilidad estándar de 40 a 10 millas.
Cambio en los estándares de visibilidad para Santa Fe, Nuevo Méjico, entre 1994 y 2001. Fuente: carnicom.com |
Para la captación de partículas en el aire, utilizó varios métodos. Desde el tejado de su casa (a una altura de 9000 a 10000 pies) captó partículas de tamaño menores a una micra mediante filtros tipo HEPA. En otra ocasión, se subió a una montaña (95000 pies) después de una tormenta, cuando el cielo debería estar completamente limpio, y mediante unas luces brillantes pudo observar la gran cantidad de partículas en suspensión. Otros procedimientos se basaron en precipitación electrostática (inyectar voltaje en una cámara con muestra de aire) y electrólisis de muestras de aire en agua destilada.
Partículas de aire procedente de interiores (derecha) y del exterior (izquierda) obtenidas mediante un filtro tipo HEPA, disueltas en agua destilada y sometidas a electrólisis. Fuente: carnicom.com |
Mientras la concentración de partículas en la atmósfera aumentaba vertiginosamente, alterando el medio ambiente y enfermando a la población (según el American Lung Association "existe una relación directa entre la mortalidad y la ingestión de partículas") se procedió a identificar estas sustancias encontrándose con tres tipos de materiales:
Sales metálicas ionizadas. La característica esencial de este tipo de materiales es que al cargarse eléctricamente, forman un plasma, el llamado “cuarto estado” y de lo que se compone la mayor parte del universo. En este estado, un aumento en la densidad de electrones produce un cambio radical en la forma de propagación de la energía. La ionosfera, por ejemplo, es una capa a 60.000 pies de altura en la que únicamente el 3% de la masa está cargada eléctricamente y al encontrarse en un estado de plasma, permite la transmisión electromagnética necesaria para el funcionamiento de las señales radiofónicas. Al añadir este tipo de sales a nuestra atmósfera, se modifica el comportamiento físico de esta capa.
Filamentos finos de tamaños menores a una micra, tan perjudiciales para nuestra salud. (Ya se advierte sobre los efectos nocivos de fibras de incluso dos micras de tamaño). Clifford apunta que en el año 2000 se habían enviado muestras de este tipo de sustancias a la Environmental Protection Agency (EPA) para su identificación y no sólo negaron la recepción de dicho material sino que declararon que no se había pedido su identificación. Más de un año después, a raíz de la toma de medidas judiciales apoyadas en el Freedom of Information Act (Acta de Libertad de Información), EPA devolvió la muestra a Clifford.
Por último, también aparecieron componentes biológicos en las muestras. No hay una explicación de por qué están ahí, a pesar de las graves consecuencias que tienen sobre la salud.
Muestra de filtro tipo HEPA con estructura celular evidente. Magnificación:aprox. 3000x. Fuente: carnicom.com |
Análisis
Una vez demostrado que existe una clara intención de alterar el medio ambiente esparciendo aerosoles en la atmósfera queda la pregunta: por qué? La explicación oficial dice que es para reducir el calentamiento global. Esto se ha presentado como suficiente y aunque los defensores de esta teoría dicen que es la mejor opción, no ofrecen detalles concretos acerca de los mecanismos de ejecución de las operaciones implicadas. A Clifford esta explicación le parece débil e insuficiente y después de un extenso y objetivo análisis de toda la información recolectada durante una década, propone siete posibles aplicaciones de las operaciones de rociado de aerosoles.
1. modificación y control del medio ambiente
2. operaciones militares
3. operaciones electromagnéticas
4. operaciones biológicas
5. operaciones geofísicas
6. sistemas de vigilancia
7. detección de sistemas exóticos de propulsión (comúnmente denominados OVNIS)
Hay que resaltar que estas conclusiones se obtienen directamente a partir de las consecuencias físicas de los datos obtenidos durante más de una década y sin hacer ninguna suposición inicial a mayores.
Situación Actual
A día de hoy, Clifford ha creado una organización sin ánimo de lucro con el objetivo de difundir su trabajo y busca colaborar con otras organizaciones de mayor escala para romper las barreras creadas frente a este tema e informar al público. Dice que nunca anticiparía que pasaría de diez a doce años de su vida involucrado en el asunto pero que siente que ésa fue su “llamada”, una llamada acentuada por hechos puntuales como por ejemplo la mentira de la US Air Force al tachar públicamente estas operaciones con aerosoles de una “farsa.”
Una Operación a Nivel Mundial
Carnicom subraya que estamos ante operaciones encubiertas a nivel mundial y lo aclara comparando la atmósfera con una bañera llena de agua en la que se introduce un colorante (referido a los aerosoles). El tinte se dispersa, tanto en el tiempo como en el espacio hasta llegar a un estado de equilibrio, es decir, hasta que toda la bañera adquiere un color uniforme. El investigador apunta que nuestra atmósfera tiene un comportamiento físico análogo (utiliza las mismas ecuaciones) al de un medio fluido y ha sido alterada a nivel global, alcanzándose el estado de equilibrio hace ya un par de años. Las labores de fumigación actuales se tratan de labores de mantenimiento. No hay que olvidar que la atmósfera es una capa extremadamente frágil, con las tres cuartas partes de su masa total en un ancho de solo 7 millas.
Cuando Carnicom es preguntado acerca del objetivo de estas operaciones encubiertas, responde con una sola palabra: control. Hay indicios claros de una manifestación intencionada para obtener el control de tanto el medio físico, como biológico, energético y de la evolución genética. En pocas palabras, un control último sobre tú y tu medio.
Crímenes contra la Humanidad
Durante la última parte de la entrevista, Webre, quien participó como juez en los Tribunales de Crímenes de Guerra en Kuala Lumpur, después de mencionar los Convenios de Ginebra y el UN Weather Weapons Treaty que prohíbe el uso de técnicas de modificación climática, pregunta a Carnicom si se tratan de crímenes contra la humanidad. Éste responde: “Eres la primera persona que me plantea directamente esa pregunta y mi respuesta es sí.” Además, añade que el título de “Aerosol Crimes” (crímes de aerosoles) que eligió en un principio para su página web, lo hizo con fundamento y hasta ahora no ha encontrado ninguna prueba que sugiera cambiarlo.
Ante la cuestión de si ha habido quejas sobre estos crímenes, Clifford dice que no tiene constancia de ello y que en general, existe un sentimiento global de frustración debido a la dificultad de reportar estos asuntos a las autoridades tanto nacionales como locales porque los casos nunca siguen adelante.
Tampoco se ha celebrado hasta el día de hoy ningún tribunal de conciencia (Tribunal of Conscience) con expertos, jueces, etc. y Clifford admite que en caso de que lo hubiera, de todos modos llegaríamos demasiado tarde.
Ausencia de Datos Epidemiológicos
Carnicom es consciente de que, a pesar de su gran trabajo de investigación durante tanto tiempo, éste no es considerado como “autorizado” a nivel oficial y por lo tanto no se podrá usar para probar nada. Lo más chocante es que no hay ningún estudio oficial, organizado y sistemático sobre datos epidemiológicos referentes a la operaciones de rociado de aerosoles en la atmósfera.
Conclusión Personal
Sin duda, estamos ante una gran entrevista a una gran persona que, movida por convicciones morales, decidió aprovechar su formación académica y personal y dedicar nada menos que una década de su vida a la investigación sistemática de lo que él presentía desde un principio que era una verdad irrefutable: las operaciones encubiertas de esparcimiento de aerosoles en nuestra atmósfera han alterado el medio ambiente a nivel global. No solo eso, sino que las aplicaciones que derivan de ello, en último lugar, el control total, son más que cuestionables. Sin embargo, a pesar de contar con innumerables pruebas, a día de hoy, ninguna medida legal ni judicial ha conseguido detener lo que se puede considerar como un crimen contra la humanidad.
Enlaces:
carnicominstitute.org (web de la organización sin ánimo de lucro)
Enhorabuena por tu información sobre Carnicom.Es una información fundamental y de vital importancia
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,Keira (keirafernandezfernandez@yahoo.es)
Hola Keira,
ResponderEliminarMuchas gracias. Creo que son de las pruebas científicas más contundentes que tenemos hasta la fecha sobre este tema, así que qué menos que intentar difundirlas.
Un saludo,
Conecta